TEXTOS PARA MEDITAR

TEXTOS PARA MEDITAR
En esta sección irán apareciendo distintos textos, poesías, pensamientos de autores conocidos,... que nos pueden ayudar a reflexionar un poco y a meditar sobre nuestro comportamiento como cristianos.

jueves, 16 de febrero de 2012

ZANAHORIA, HUEVOS Y CAFÉ

Una hija se quejó a su padre de que su vida y las circunstancias que le rodeaban eran muy difíciles. Estaba cansada de luchar y de esforzarse. Su padre la condujo a la cocina. Llenó tres cazuelas de agua y las colocó en el fuego. Cuando las cazuelas comenzaron a hervir, en una colocó zanahorias, en otra echó huevos y, en la última, puso café. Dejó que todo hirviese sin decir una palabra.
La hija dio un suspiro y esperó impaciente. Al cabo de unos veinte minutos, su papá apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un cuenco. Retiró los huevos y los puso en otro. Luego sacó también el café con un cucharón y lo echó en otro cuenco.
Volviéndose después hacia la hija le preguntó:
-¿Qué es lo que estás viendo, jovencita?
-Zanahorias, huvos y café- respondió ella.
El padre le pidió que probara las zanahorias. Ella obedeció y notó que estaban blandas. Luego le dijo que cogiese un huevo y lo cascase. Ella, después de retirar la cáscara, verificó que el huevo se había endurecido con el hervor. Finalmente le pidió que tomase café molido. Ella sonrió al oler aquel aroma delicioso. Sin embargo, preguntó humildemente:
-¿Qué significa esto padre?
Él le explicó que cada uno de aquellos productos había experimentado la misma adversidad –agua hirviendo-, pero que cada uno reaccionó de una manera diferente. La zanahoria entró dura, firme e inflexible, pero después de haber sido sometida al agua hirviendo, se ablandó y se volvió suave. Los huevos eran frágiles, pero después de haber sido colocados en el agua hirviendo, su interior se volvió más duro. El café, sin embargo, era incomparable. Después de haber sido colocado en el agua hirviendo, había cambiado el agua.
-¿Cuál de ellos eres tú? -preguntó a la hija- ¿Eres una zanahoria porque pareces fuerte, pero que con el dolor y la adversidad se debilita, se vuelve frágil y pierde su fuerza, o tal vez seas como el huevo, que comienza con un corazón maleable pero después de un dolor se vuelve más difícil y duro?¿O quizás como el café que, cuando las cosas se ponen peores, se vuelve mejor y hace que todo a su alrededor también mejore?

Abriendo caminos” (I.Vian y A.Colombo)

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