TEXTOS PARA MEDITAR

TEXTOS PARA MEDITAR
En esta sección irán apareciendo distintos textos, poesías, pensamientos de autores conocidos,... que nos pueden ayudar a reflexionar un poco y a meditar sobre nuestro comportamiento como cristianos.

lunes, 30 de abril de 2012

LA ORACIÓN

Oráis en vuestra pena y en vuestra necesidad; deberíais también hacerlo en la plenitud de vuestra alegría y en vuestros días de abundancia. Y si no podéis sino llorar cuando vuestra alma os llama a la oración, ella os enjugará una vez y otra aún llorando hasta que encontréis la risa.
Cuando oráis, os eleváis para hallar en lo alto a los que en ese mismo momento están orando y a quienes no encontraríais sino en la oración. Por lo tanto, que vuestra visita a ese invisible templo no sea más que éxtasis y dulce comunión. Porque si entrarais al templo solamente a pedir, no recibiréis; y si entrarais aun a pedir por el bien de los otros, no seréis oídos. Es suficiente que entréis en el templo invisible.
No puedo enseñaros cómo orar con palabras. Dios no oye vuestras palabras sino cuando Él Mismo las pronuncia a través de vuestros labios.

jueves, 26 de abril de 2012

PENSAMIENTOS

PENSAMIENTOS
• No se puede llegar al alba sino por el sendero de la noche.
• La generosidad no estriba en que me des lo que necesito más que tú, sino en que me des lo que tú necesitas más que yo.
• ¡Qué mezquino soy cuando la vida me da oro y te doy plata, y todavía me siento generoso!
• Si la otra persona se ríe de ti, puedes tenerle lástima; pero si tú te ríes de esa persona, acaso nunca te lo perdones. Si la otra persona te hiere, puedes perdonarla. Pero si eres tú el que hiere, siempre lo recordarás.
• Las tortugas pueden decirnos más acerca de los caminos que las liebres.

RECONCILIACIÓN

Cuando un hombre cuyo matrimonio funcionaba bastante mal acudió a él en busca de consejo, el Maestro le dijo: “Tienes que aprender a escuchar a tu mujer”.

El hombre se tomó a pecho este consejo y regresó al cabo de un mes para decirle al Maestro que había aprendido a escuchar cada una de las palabras que decía su mujer.

Y el Maestro, sonriendo, le dijo: ”Ahora vuelve a cada y escucha cada una de las palabras que ella no dice”.
(A. de Mello)

lunes, 23 de abril de 2012

LA AMISTAD

Vuestro amigo es la respuesta a vuestras necesidades. Él es el campo que plantáis con amor y cosecháis con agradecimiento. Y él es vuestra mesa y vuestro hogar. Porque vosotros vais hacia él con vuestro hambre y lo buscáis con sed de paz.
Cuando vuestro amigo os hable francamente, no temáis vuestro propio “no” ni detengáis el “sí”. Y cuando él esté callado, que no cese vuestro corazón de oír su corazón; porque sin palabras en amistad todos los pensamientos, todos los deseos, todas las esperanzas nacen y se comparten con espontánea alegría.
Cuando os separéis de un amigo, no sufráis; porque lo que más amáis en él se aclarará en su ausencia, como la montaña es más clara desde el llano para el montañés.
Y no permitáis más propósito en la amistad que el ahondamiento del espíritu. Porque el amor que no busca más que la aclaración de su propio misterio, no es amor sino una red lanzada; y solamente lo inútil es cogido.
Y haced que lo mejor de vosotros sea para vuestro amigo. Si él ha de conocer el menguante de vuestra marea, que conozca también su creciente. Porque ¿qué amigo es el que buscaréis para matar las horas? Buscadlo siempre para vivir las horas. Porque él está para llenar vuestra necesidad, no vuestro vacío.
Y en la dulzura de la amistad, dejad que haya risas y placeres compartidos. Porque en el rocío de las cosas pequeñas el corazón encuentra su mañana y se refresca.

jueves, 19 de abril de 2012

EL DAR

Dais muy poca cosa cuando dais de lo que poseéis. Cuando dais algo de vosotros mismos es cuando realmente dais. ¿Qué son vuestras posesiones sino cosas que atesoráis por miedo a necesitarlas mañana? Y mañana, ¿qué traerá mañana al perro que demasiado previsor entierra huesos en la arena sin huellas mientras sigue a los peregrinos hacia la ciudad santa? ¿Y qué es el miedo a la necesidad sino la necesidad misma? ¿No es , en realidad, el miedo a la sed, cuando el manantial está lleno, la sed inextinguible?
Hay quienes dan poco de lo mucho que tienen y lo dan buscando el reconocimiento y su deseo oculto malogra sus regalos. Y hay quienes tienen poco y lo dan todo. Son éstos los creyentes en la vida y en la magnificiencia de la vida y su cofre nunca está vacío.
Hay quienes dan con alegría y esa alegría es su premio. Y hay quienes dan con dolor y ese dolor es su bautismo. Y hay quienes dan y no saben del dolor de dar, ni buscan la alegría de dar, no dan conscientes de la virtud de dar. Dan como, en el hondo valle, da el mirto su fragancia al espacio. A través de las manos de los que como esos son Dios habla y desde el fondo de sus ojos Él sonríe sobre la tierra.
Es bueno dar algo cuando ha sido pedido, pero es mejor dar sin demanda, comprendiendo. Y, para la mano abierta, la búsqueda de aquél que recibirá es mayor goce que el dar mismo.
¿Y hay algo, acaso, que podáis guardar? Todo lo que tenéis será dado algún día. Dad, pues, ahora que la estación de dar es vuestra y no de vuestros herederos.
Decía a menudo: “Daría, pero sólo al que lo mereciera”. Los árboles en vuestro huerto no dicen así, ni lo dicen los rebaños en vuestra pradera. Ellos dan para vivir, ya que guardar es perecer. Todo aquel que merece recibir sus días y sus noches, merece seguramente de vosotros todo lo demás.
Y aquel que mereció beber el océano de la vida, merece llenar su copa en vuestro pequeño arroyo. ¿Y cuál será mérito mayor que el de aquel que da el valor y la confianza – no la caridad – del recibir? ¿Y quiénes sois vosotros para que los hombres os muestren su seno y os descubran su orgullo para que así veáis sus merecimientos desnudos y su orgullo sin confusión?
Mirad primero si vosotros mismos merecéis dar y ser un instrumento del dar. Porque, a la verdad, es la vida la que da a la vida, mientras que vosotros, que os creéis dadores, no sois sino testigos.
Y vosotros los que recibís –y todos vosotros sois de ellos- no asumáis el peso de la gratitud, si no queréis colocar un yugo sobre vosotros y sobre quien os da. Elevaos más bien con el dador en su dar como en unas alas. Porque exagerar vuestra deuda es dudar de su generosidad, que tiene el libre corazón de la tierra como madre y a Dios como padre.

domingo, 15 de abril de 2012

CREER

Creer es una cosa y vivir conforme a las creencias es otra. Muchos hablan con la voz profunda del mar mientras viven como pantanos. Muchos alzan su cabeza por encima de las montañas mientras sus almas permanecen en las tinieblas de sus grutas.

jueves, 12 de abril de 2012

MADRE

La más bella palabra en labios de los seres humanos es la palabra MADRE, y el llamado más dulce es MADRE MÍA. Es una palabra llena de esperanza y de amor; una dulce y amable palabra que surge de las profundidades del corazón. La madre lo es todo; es nuestro consuelo en la tristeza, nuestra esperanza en el dolor, y nuestra fuerza en la debilidad. Es la fuente del amor, de la misericordia, de la conmiseración y del perdón. Quien pierde a su madre pierde a un alma pura que bendice y custodia constantemente al hijo.

lunes, 9 de abril de 2012

ORACIÓN DEL CATEQUISTA

Señor, que a pesar de mi pequeñez,
me has elegido para ser tu catequista,
haz que mis palabras y mis ejemplos
iluminen el camino hacia ti.
“Señor, que yo no confunda
a los que esperan en ti”
Enséñame a estar disponible,
Para lo nuevo, por que tú estás en el mundo,
con tu espíritu para renovarlo todo.
Que no haga de tu palabra una letra muerta,
sino la luz que ilumina las nuevas etapas del camino.
Que mi oración no sea una formula sin vida,
sino el diálogo vivo y comprometido de toda mi vida.
Señor, por sobre todas las cosas,
enséñame a amarte para poder amar
a los que están en mis manos.
Te lo pido a ti Divino Maestro.
Amén.

viernes, 6 de abril de 2012

VIERNES SANTO

Hoy, y en cada Viernes Santo, el hombre despierta de su profundo sueño y se pone de pie ante la sombra de las edades, y, con los ojos llenos de lágrimas, mira hacia el Gólgota contemplando a Jesús el Nazareno clavado en su cruz… Pero cuando el sol se pone y anochece, vuelve a ponerse de rodillas para adorar a sus ídolos cotidianos, levantados en todos los rincones de su vida.
Hoy, las almas de los cristianos en alas del recuerdo, vuelan hasta Jerusalén. Allá, se aglomeran en multitudes golpeándose el pecho, para contemplar al Crucificado con su corona de espinas, extendiendo los brazos hacia el infinito y penetrando el velo de la Muerte para alcanzar la profundidad de la Vida…
Pero, cuando el telón de la noche desciende sobre el escenario del día, dando por finalizado el breve drama, los cristianos vuelven y, en grupos, se pierden entre las sombras del olvido, hundiéndose en la ignorancia y en la indolencia.
En este mismo día de cada año, los filósofos dejan sus grutas tenebrosas, los pensadores abandonan sus frías celdas y los poetas se alejan de sus torres de marfil y todos, en el Monte del Calvario, escuchan reverentemente las palabras de aquel hombre, joven aún, diciendo: “Perdónalos Padre, pues no saben lo que hacen”.
Mas, apenas las tinieblas del silencio apagan las voces de la luz, los filósofos, los pensadores y los poetas regresan a la estrechez de sus preocupaciones y se sumergen en las páginas de su vana literatura.
Las mujeres que pierden el tiempo con los esplendores de la vida, abandonan el confort de sus mullidos cojines para ver a la mujer, triste y angustiada que se acerca a la cruz y allí se queda como una pequeña plantita desamparada frente a la tempestad devastadora y, cuando se aproximan a ella, escuchan su profundo lamento, su penoso llanto…
Los jóvenes, que se dejan llevar por la corriente de la vida sin saber adonde van, se detienen hoy, por un instante, para contemplar a Magdalena lavar con sus lágrimas la sangre que mancha los pies del hombre erguido entre el cielo y la tierra. Pero, cuando se cansan del espectáculo, desvían los ojos y retornan a la corriente entre carcajadas, para ser arrastrados nuevamente.
En este mismo día, cada año, la Humanidad se despierta con el despertar de la primavera y se echa a llorar frente al Nazareno sufriente, mas luego, cierra los ojos y retorna a su profundo sueño. Pero la primavera permanecerá despierta, sonriente y festiva hasta que llegue el verano, con sus dorados ropajes.
La Humanidad ve a Jesús naciendo y viviendo como un pobre, humillado como un débil, y tiene piedad de Él, pues fue crucificado como un criminal… Todo lo que la Humanidad tiene para ofrecerle son lágrimas y lamentos. Durante siglos la Humanidad viene adorando la debilidad en la persona del Señor. Los hombres no comprenden el verdadero sentido de la fuerza.
Jesús no vivió una vida de miedo ni murió sufriendo y quejándose. Él vivió como un rebelde, fue crucificado como un revolucionario y murió con un heroísmo que atemorizó a sus torturadores.
Jesús no fue un ave con alas rotas, sino una tempestad que rompe con su fuerza todas las alas torcidas.
Jesús no vino del más allá para hacer del dolor un símbolo de la vida, sino para hacer de la vida el símbolo de la verdad y la libertad.
Jesús no tuvo miedo de sus perseguidores ni sufrió frente a sus asesinos. Él era libre, valiente y osado. Desafiaba a tiranos y déspotas y opresores. Y cuando veía pústulas infectadas las punzaba. Y acallaba la voz del Mal, destruía la falsedad y ahogaba la traición.
Jesús no vino desde el círculo de la luz para destruir hogares y construir sobre sus ruinas conventos y monasterios. Él vino a esta tierra para insuflar un espíritu nuevo que destruye con su poder las monarquías construidas sobre huesos y calaveras humanas. Él vino para demoler los palacios majestuosos construidos sobre las tumbas de los débiles y derrumbar los ídolos asentados sobre los cuerpos de los miserables.
Él vino para hacer del corazón un templo, del alma un altar y del espíritu un sacerdote.
Esa era la misión de Jesús y esas las enseñanzas por cuya causa fue crucificado. Y si la Humanidad fuera sensata, se alzaría hoy y cantaría vigorosa el canto del triunfo y la victoria.
Oh, Jesús crucificado, que contemplas triste desde el Gólgota la procesión de los siglos y oyes el clamor de las naciones y comprendes los sueños de la eternidad. ¡Tú eres en la Cruz más glorioso y digno que mil reyes en mil tronos de mil imperios! ¡Tú eres en la agonía de la muerte más poderoso que mil generaciones en mil guerras!
Y en tu tristeza, más alegre que la primavera con sus flores…
Y en tus dolores más sereno que los ángeles del cielo.
Y cautivo en manos de tus verdugos eres más libre que la luz del sol y más firme que una montaña.
Y tu corona de espinas es más esplendorosa y brillante que la corona de mil reyes…
Y el clavo que atraviesa tu mano es más imponente que el cetro de cualquier rey.
Y las gotas de sangre que se deslizan en tus pies más resplandecientes que una joya preciosa.
Perdona la debilidad de los que te lamentan hoy, pues ellos no saben lamentarse por sí mismos…
Perdónalos pues no saben que conquistaste a la muerte con la muerte y diste vida a la muerte…
Perdónalos pues no saben ellos que cada día es tu día…

jueves, 5 de abril de 2012

EL AMOR

Cuando el amor os llame seguidlo. Y cuando su camino sea duro y difícil. Y cuando sus alas os envuelva, entregaos. Aunque la espada entre ellas escondida os hiriera. Y cuando os hable, creed en él. Aunque su voz destroce nuestros sueños, tal como el viento norte devasta los jardines.
Porque así como el amor os corona, os crucifica. Así como os acrece, así os poda. Así como asciende a lo más alto y acaricia vuestras más tiernas ramas, que se estremecen bajo el sol, así descenderá hasta vuestras raíces y las sacudirá en un abrazo con la tierra.
Como trigo en gavillas él os une a vosotros mismos. Os desgarra para desnudaros. Os cierne para libraros de vuestras coberturas. Os pulveriza hasta volveros blancos… Os amasa hasta que estáis flexibles y dóciles. Y os asigna luego a su fuego sagrado para que podáis convertiros en sagrado pan para la fiesta sagrada de Dios.
Todo esto hará el amor en vosotros para que podáis conocer los secretos de vuestro corazón y convertiros, por ese conocimiento, en un fragmento del corazón de la vida.
Pero si en vuestro miedo buscárais solamente la paz y el placer del amor, entonces es mejor que cubráis vuestra desnudez y os alejéis de sus umbrales. Hacia un mundo sin primaveras donde reiréis, pero no con toda vuestra risa, y lloraréis, pero no con todas vuestras lágrimas.
El amor no da nada más a sí mismo y no toma nada más que de sí mismo. El amor no posee ni es poseído. Porque el amor es suficiente para el amor.
Cuando améis no debéis decir: “Dios está en mi corazón”, sino más bien: “Yo estoy en el corazón de Dios”. Y pensad que no podéis dirigir el curso del amor porque si él os encuentra dignos dirigirá vuestro curso.
El amor no tiene otro deseo que el de realizarse. Pero, si amáis y debe la necesidad tener deseos, que vuestro deseos sean éstos:
Fundirse y ser como un arroyo que canta su melodía a la noche.
Saber del dolor de la demasiada ternura.
Ser herido por nuestro propio conocimiento del amor.
Y sangrar voluntaria y alegremente.
Despertarse al amanecer con un alado corazón y dar gracias por otro día de amor.
Descansar al mediodía y meditar el éxtasis de amar.
Volver al hogar con gratitud en el atardecer.
Y dormir con una plegaria por el amado en el corazón y una canción de alabanza en los labios.

lunes, 2 de abril de 2012

AGRADECER

Quiero agradecer aquellas cosas que nunca pedí pero que están a mi alrededor,
Con un idioma propio y universal, aromas, sonidos y colores,
La obra del hombre y el poder de Dios.
El equilibrio justo de los cinco sentidos.
La armonía natural de los cuatro elementos.
El aroma de los colores.
La textura de la vida,
El monte, el árbol y yo,
El perfume de la noche,
La luz sobre el olvido,
La música del atardecer,
Los mensajes ocultos,
El llanto de la niebla,
La sangre de la tierra,
Los espíritus del cielo, los contrastes,
Y por el hermoso amanecer de hoy…