TEXTOS PARA MEDITAR

TEXTOS PARA MEDITAR
En esta sección irán apareciendo distintos textos, poesías, pensamientos de autores conocidos,... que nos pueden ayudar a reflexionar un poco y a meditar sobre nuestro comportamiento como cristianos.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

ADVIENTO 6: EXAMEN DE CONCIENCIA

"Ven Señor y no tardes". Este es un tiempo para hacer con ESPECIAL FINURA EL EXAMEN DE NUESTRA CONCIENCIA Y DE MEJORAR NUESTRA PUREZA INTERIOR PARA RECIBIR A DIOS. Es el momento para ver cuales son las cosas que nos separan del Señor y quitarnos todo aquello que nos aleja de El. Es por eso importante ir a las raíces mismas de nuestros actos, a los motivos que inspiran nuestras acciones y después acercarnos al SACRAMENTO DE LA PENITENCIA O RECONCILIACIÓN, para que se nos perdonen nuestros pecados. Así cuando llegue el día de Navidad, nuestra alma estará dispuesta para recibir a Jesús. Es necesario mantenernos en estado de vigilia para luchar contra el enemigo que siempre estará acechándonos para alejarnos del bien. CUIDEMOS CON ESMERO NUESTRA ORACIÓN PERSONAL, evitemos la tibieza y mantengamos vivo el deseo de santidad. ESTEMOS VIGILANTES CON MORTIFICACIONES PEQUEÑAS, que nos mantengan despiertos para todo lo que es de Dios, y atentos a evitar todo lo que nos desvíe del camino hacia El. PIDAMOS PERDÓN AL SEÑOR SI LE OFENDEMOS Y PROFUNDICEMOS EN EL SENTIDO DEL ADVIENTO.
Ten presente "QUIEN ES EL QUE VIENE, DE DONDE VIENE Y PORQUE VIENE". Con el corazón limpio salgamos a recibir a Nuestro Rey, que está por venir. María será nuestra ayuda y nos enseñará el camino para llegar a Jesús.

ADVIENTO 5: VENIDA DE CRISTO

El Adviento es la preparación de la venida de Cristo a la tierra.
Esta venida es triple; CRISTO VINO EN LA CARNE Y EN LA DEBILIDAD -VIENE EN EL ESPÍRITU Y EN EL AMOR- Y VENDRÁ EN LA GLORIA Y EN EL PODER.
SU PRIMERA VENIDA SE REALIZÓ CUANDO EL VERBO DIVINO SE HIZO HOMBRE EN EL SENO PURÍSIMO DE MARÍA y nació -niño débil y pobre- en el pesebre de Belén, la noche de Navidad hace veinte siglos.
LA SEGUNDA VENIDA ES CONSTANTE, hecho de perenne actualidad en la historia de la Iglesia y en la vida íntima de las almas. Por la acción misteriosa del Espíritu de Amor, Jesús está naciendo constantemente en las almas, su nacimiento místico es un hecho presente o mejor dicho es de ayer, y de hoy, y de todos los siglos.
LA TERCERA VENIDA DE CRISTO -QUE SERÁ EN LA GLORIA, EL PODER Y EN EL TRIUNFO- es la que clausurará los tiempos e inaugurará la eternidad. Jesús vendrá, no a redimir, como en la primera venida, ni a santificar, como en la segunda; sino a juzgar, para hacer reinar la verdad y la justicia, para que prevalezca la santidad, para que se establezca la paz, para que reine el amor. Hablemos del tiempo de ADVIENTO en especial. El año eclesiástico se abre con el adviento. La Iglesia nos alerta con cuatro semanas de anticipación para que nos preparemos a celebrar la Navidad, el nacimiento de Jesús y, a la vez, para que, con el recuerdo de la primera venida de Dios hecho hombre al mundo estemos muy atentos a estas otras venidas del Señor. El Adviento es tiempo de preparación y esperanza.

viernes, 25 de noviembre de 2011

ADVIENTO 4: ACTITUDES DE ADVIENTO (II)

. La conversión. Es transformación, dejar de ser de una manera para ser de otra, significa dejar nuestra antigua manera de vivir llena de pecado personal y social y entregar todas las áreas de nuestra vida a Cristo para que él las gobierne y nos perdone “que el malvado deje su camino, que el perverso deje sus ideas; vuélvanse al Señor, y el tendrá compasión de ustedes; vuélvanse a nuestro Dios, que es generoso para perdonar” (Is 55,7). Es darle la espalda a la oscuridad para quedar de frente a la luz que es Cristo. En Adviento nos encontramos con el reino de Dios que está cerca, dentro de nosotros (Lc 17,21).
La voz del Bautista es el clamor del adviento: «Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios ... » (Is 40,3-5; Lc 3, 4b)). El adviento nos enseña a hacernos presentes en la historia de la salvación de los ambientes, a entender el amor como salida de nosotros mismos y la solidaridad plena con los que sufren
Gozo y alegría. Nuestro gozo viene del Señor. La venida del Mesías es el anuncio del gran gozo para el pueblo, de una alegría que conmueve hasta los mismos cielos cuando el pecador se arrepiente (Lc 15,7). El adviento nos enseña a conocer que Cristo, y su pascua, es la fiesta segura y definitiva de la nueva humanidad. Hay gozo en nosotros cuando estamos reconciliados, Jesús cambia nuestro lamento en danza y nos viste de alegría (Sal 30,11). Dejémoslo entrar en nuestros corazones, en nuestros espacios familiares, en las relaciones con los amigos, en el trabajo, los estudios, llevémoslo a todas partes, la persona y las estructuras sociales necesitan ser tocadas por el gozo que viene del amor de Dios. El quiere que vivamos así, confiados, seguros, alegres en él “¿Por qué voy a desanimarme, por qué voy a estar preocupado mi esperanza he puesto en Dios, a quien todavía seguiré alabando. Él es mi Dios y Salvador! (Sal 42,5)

ADVIENTO 3: ACTITUDES DE ADVIENTO (I)

Actitud de espera con esperanza. El mundo necesita de Dios. La humanidad se siente desencantada y desamparada. En nuestros corazones aguardan deseo y necesidad de bienestar, unidad, paz, desarrollo, tolerancia, respeto, libertad, que no encuentran toda su realización en la realidad. Vivimos atareados, desconfiados, temerosos, oprimidos, decepcionados, tristes, permitiendo que la desesperanza llegue a nuestros corazones y nuestras conciencias. Jesús quiere llenar ese vacío con su cercanía, con su Señorío (Filp 2,11) en nuestras vidas, “El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza” (Sal 34,18) cuando él viene hace nuevas todas las cosas (Ap 21,5). Debemos aferrarnos a nuestros sueños, nuestra esperanza es abono para la Buena Nueva. Adviento nos enseña a estar vigilantes, despiertos, atentos, a tener el corazón preparado, acercándonos al corazón del otro porque vive nuestra misma realidad. En este tiempo, comprendamos a los demás, seamos tolerantes y fraternos, ¡viene el Señor!
El retorno a Dios. La experiencia de frustración, de contingencia, de ambigüedad, de cautividad, de pérdida de la libertad exterior e interior de los hombres y mujeres de hoy, suscita consciente o inconscientemente la sed de Dios (Sal 42, 2), y la necesidad de «subir a Jerusalén» como lugar de la morada de Dios, según los salmos de este tiempo. La infidelidad a Dios destruye a la persona, su dignidad y su valor, destruye al pueblo, su fraternidad y su historia. Cuando somos fieles a Dios recuperamos nuestra verdadera identidad e historia. El adviento nos ayuda en este camino que comienza por conocer mejor a Dios y su amor a la humanidad. Nos da conocimiento personal de Cristo, que se encarnó abandonando su propia naturaleza (Filp 2,7) para acercarse a nuestra historia.

jueves, 24 de noviembre de 2011

ADVIENTO 2: VIVIR EL ADVIENTO

Qué es? El tiempo que da comienzo al Año Litúrgico y empieza el domingo más cercano a la fiesta de San Andrés Apóstol (30 de Noviembre) hasta las vísperas de navidad, abarca cuatro Domingos. El primero puede adelantarse hasta el 27 de Noviembre, y entonces el Adviento tiene veintiocho días, o retrasarse hasta el 3 de Diciembre, teniendo solo veintiún días, como es el caso de este año.
Color: La Liturgia en este tiempo es el morado.
Sentido: El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor, prepararnos para su segunda venida gloriosa, llenarnos de confianza en el cumplimiento de su Palabra, de sus promesas y celebrar su nacimiento en navidad.
Partes: Se puede hablar de dos partes del Adviento:
a) desde el primer domingo al día 16 de diciembre, con marcado carácter escatológico, mirando a la venida del Señor al final de los tiempos;
b) desde el 17 de diciembre al 24 de diciembre, es la llamada "Semana Santa" de la Navidad, y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo en los días de Navidad.
Personajes: Tres son los personajes principales en este tiempo: Isaías (figura de la espera), Juan Bautista (figura de la preparación) y María de Nazaret (figura de la esperanza) son los modelos de creyentes que la Iglesia nos ofrece para preparar la venida del Señor Jesús.

martes, 22 de noviembre de 2011

ADVIENTO 1: LA PUERTA SIN CERRADURA

Se cuenta que un famoso artista pintó un bello cuadro. El día de la presentación al público, asistieron las autoridades locales, fotógrafos, periodistas y una gran concurrencia de espectadores. Llegado el momento, se tiró el paño que cubría el cuadro. Un estallido de aplausos hizo retumbar el salón. Una impresionante figura de Jesús tocaba suavemente la puerta de una casa. Jesús parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, pretendía oír si adentro de la casa alguien le respondía. Se pronunciaron discursos y elogios. Todos admiraban aquella preciosa obra de arte. Sin embargo, un observador muy curioso y perspicaz, encontró un fallo en el cuadro y se lo hizo notar a su autor: la puerta no tenía cerradura. Y fue a preguntar al artista, no sin cierta picardía: –“Oiga, su puerta no tiene cerradura. ¿Cómo se hace para abrirla?”
–“Así es– respondió el pintor. Usted ha observado bien. Esa casa no tiene puerta porque representa el corazón del hombre. Sólo se abre por el lado de adentro”.

Si nosotros queremos que Cristo venga a nuestra alma y nazca en nosotros esta Navidad, tenemos que abrirle nuestra casa desde adentro. Él no obliga a nadie, ni fuerza contra su voluntad a que le abran. Cada uno lo hace libremente. Él nos respeta siempre porque nos ama, incluso aunque en nuestra indiferencia o negación nos hacemos daño a nosotros mismos. Es el misterio del amor de Dios y de la libertad humana. Si queremos que Dios nazca en nosotros, hemos de preparar nuestro nacimiento, nuestro “belén” interior. Y esto exige estar en vela para que el pecado y los vicios del mundo no hagan presa de nuestra vida. ¡Ojalá que le abramos la puerta y le dejemos entrar a nuestra casa esta Navidad! Tenemos cuatro semanas de Adviento para preparar nuestra alma.

CUENTA LO QUE POSEES

No enumeres jamás en tu imaginación lo que te falta.
Cuenta por el contrario todo lo que posees;
Detállalo, si es preciso, hasta con nimiedad,
Y verás que , en suma, la vida ha sido espléndida contigo.
Las cosas bellas se adueñan tan suavemente de nosotros,
Y nosotros con tal blandura entramos en su paraíso,
Que casi no advertimos su presencia.
De allí que nunca les hagamos la justicia que merecen.
La menor espina, en cambio, como araña,
Nos sacude la atención con un dolor,
Y nos deja la firma de este dolor en la cicatriz.
De allí que seamos tan parciales al contar las espinas.
Pero la vida es liberal en sumo grado;
Haz inventario estricto de sus dones, y te convencerás.


(Amado Nervo)

lunes, 14 de noviembre de 2011

LLÉNALO DE AMOR

Siempre que haya un hueco en tu vida, llénalo de amor.
Adolescente, joven , viejo: siempre que haya un hueco en tu vida llénalo de amor.
En cuanto sepas que tienes delante de ti un tiempo baldío,
Ve a buscar el amor.
No pienses “sufriré”,
No pienses “me engañarán”,
No pienses “dudaré”.
Ve, simplemente, diáfanamente, regocijadamente, en busca del amor.
¿Qué índole de amor? No importa:
Todo amor está lleno de excelencia y de nobleza.
Ama como puedas, ama a quien puedas,
Ama todo lo que puedas… pero ama siempre.
No te preocupes de la finalidad de tu amor.
El amor lleva en sí mismo su finalidad.
No te juzgues incompleto porque no responden a tus ternuras;
El amor lleva en sí su propia plenitud.
Siempre que haya un hueco en tu vida, llénalo de amor.

(Amado Nervo)

domingo, 13 de noviembre de 2011

OBSTÁCULOS

Voy andando por un sendero. Dejo que mis pies me lleven.
Mis ojos se posan en los árboles, en los pájaros, en las piedras. En el horizonte se recorte la silueta de una ciudad. Agudizo la mirada para distinguirla bien. Siento que la ciudad me atrae.
Sin saber cómo, me doy cuenta de que en esta ciudad puedo encontrar todo lo que deseo. Todas mis metas, mis objetivos y mis logros. Mis ambiciones y mis sueños están en esta ciudad. Lo que quiero conseguir, lo que necesito, lo que más me gustaría ser, aquello a lo cual aspiro, o que intento, por lo que trabajo, lo que siempre ambicioné, aquello que sería el mayor de mis éxitos.
Me imagino que todo eso está en esa ciudad. Sin dudar, empiezo a caminar hacia ella. A poco de andar, el sendero se hace cuesta arriba. Me canso un poco, pero no me importa.
Sigo. Diviso una sombra negra, más adelante, en el camino. Al acercarme, veo que una enorme zanja me impide mi paso. Temo... dudo.
Me enoja que mi meta no pueda conseguirse fácilmente. De todas maneras decido saltar la zanja. Retrocedo, tomo impulso y salto... Consigo pasarla. Me repongo y sigo caminando.
Unos metros más adelante, aparece otra zanja. Vuelvo a tomar carrera y también la salto. Corro hacia la ciudad: el camino parece despejado. Me sorprende un abismo que detiene mi camino. Me detengo. Imposible saltarlo
Veo que a un costado hay maderas, clavos y herramientas. Me doy cuenta de que está allí para construir un puente. Nunca he sido hábil con mis manos... Pienso en renunciar. Miro la meta que deseo... y resisto.
Empiezo a construir el puente. Pasan horas, o días, o meses. El puente está hecho. Emocionado, lo cruzo. Y al llegar al otro lado... descubro el muro. Un gigantesco muro frío y húmedo rodea la ciudad de mis sueños...
Me siento abatido... Busco la manera de esquivarlo. No hay caso. Debo escalarlo. La ciudad está tan cerca... No dejaré que el muro impida mi paso.
Me propongo trepar. Descanso unos minutos y tomo aire... De pronto veo, a un costado del camino un niño que me mira como si me conociera. Me sonríe con complicidad.
Me recuerda a mí mismo... cuando era niño.
Quizás por eso, me animo a expresar en voz alta mi queja: -¿Por qué tantos obstáculos entre mi objetivo y yo?
El niño se encoge de hombros y me contesta: -¿Por qué me lo preguntas a mí?
Los obstáculos no estaban antes de que tú llegaras... Los obstáculos los trajiste tú.



Cuentos para pensar (jorge bucay)

miércoles, 9 de noviembre de 2011

SI AMAS A DIOS

Si amas a Dios en ninguna parte has de sentirte extranjero,
Porque Él estará en todas las regiones, en lo más dulce de todos los paisajes,
En el límite indeciso de todos los horizontes.
Si amas a Dios en ninguna parte estarás triste,
Porque a pesar de la diaria tragedia, Él llena de júbilo el universo.
Si amas a Dios no tendrás miedo de nada ni de nadie,
Porque nada puedes perder y todas las fuerzas del cosmos
Serían impotentes para quitarte tu heredad.
Si amas a Dios, ya tienes alta ocupación para todos los instantes,
Porque no habrá acto que no ejecutes en su nombre,
Ni el más humilde ni el más elevado.
Si amas a Dios ya no podrás establecer con angustia
Una diferencia entre la vida y la muerte,
Porque en Él estás y Él permanece incólume a través de todos los cambios.

(Amado Nervo)

CONSTRUCTORES DE PUENTES

No hay tarea más hermosa quededicarse a tender puentes hacia los hombres y hacia las cosas. Pero hacer puentes –y, sobre todo, hacer de puente- es tarea muy dura. Y que no se hace sin mucho sacrificio. Sale caro ser puente. Un puente es fundamentalmente alguien que soporta el peso de todos los que pasan por él. La resistencia, el aguante, la solidez son sus virtudes. Y un puente vive en el desagradecimiento: nadie se queda a vivir encima de los puentes. El mediador termina su tarea cuando ha mediado, y su tarea posterior es el olvido. A pesar de ello, qué gran oficio ser puente, entre las gentes, entre las cosas, entre las ideas, entre las generaciones.
Hay que tender puentes, en primer lugar, hacia nosotros mismos, hacia nuestra propia alma, que está la pobre, tantas veces, incomunicada en nuestro interior. Un puente de respeto y de aceptación de nosotros mismos.
Y un puente hacia los demás. No hay que hablar a la gente, sino con la gente. No se puede amar sin convertirse en puente, sin salir un poco de uno mismo. No se ama sin poner pie en la otra persona, sin perder un poco pie en la propia ribera.
Y el gran puente entre la vida y la muerte. La mayoría de las personas aunque se creen vivas, viven en la ciudad de la muerte. Cuando se ama se empieza a vivir, sin más, en la ciudad de la vida.
Lo malo es que a la mayoría los únicos puentes que les gustan son los laborales.



Razones para la alegría” (José Luis Martín Descalzo)

lunes, 7 de noviembre de 2011

DAR

Todo hombre que te busca va a pedirte algo.
El rico aburrido, la amenidad de tu conversación;
El pobre, tu dinero; el triste, un consuelo;
El débil, un estímulo; el que lucha, una ayuda moral.
Todo hombre que te busca de seguro va a pedirte algo.
¡Y tú osas impacientarte!
¡Y tú osas pensar: “qué fastidio”!
¡Infeliz! La Ley escondida
Que reparte misteriosamente las excelencias
Se ha dignado otorgarte el privilegio de los privilegios,
El bien de los bienes,
La prerrogativa de las prerrogativas:
¡DAR! ¡Tú puedes dar!
¡En cuantas horas tiene el día, tú das,
Aunque sea una sonrisa, aunque sea un apretón de manos,
Aunque sea una palabra de aliento!
¡En cuantas horas tiene el día, te pareces a ÉL,
Que no es sino dación perpetua, difusión perpetua y regalo perpetuo!
Debieras caer de rodillas ante el Padre y decirle:
“¡Gracias porque puedo dar, Padre mío!;
¡nunca más pasará por mi semblante la sombra de una impaciencia!”

(Amado Nervo)

LOS PRISMÁTICOS DE JUAN XXIII

El pastor anglicano Douglas Walstall visitó en cierta ocasión al papa Juan XXIII y esperaba mantener con él una profunda conversación ecuménica. pero se encontró con que el pontífice lo que tenía ganas era simplemente de charlar, y a los pocos minutos le confesó que allí en el Vaticano se aburría un poco, sobre todo por las tardes. Las mañanas se las llenaban las audiencias, pero muchas tardes no sabía muy bien qué hacer. “Allá en Vanecia- confesaba el papa- siempre tenía bastantes cosas pendientes o me iba a pasear. Aquí, la mayoría de los asuntos ya me los traen resueltos los cardenales y sólo tengo que firmar. Y en cuanto a pasear, casi no me dejan. O tengo que salir con todo un cortejo que pone en vilo a toda la ciudad. ¿Sabe entonces lo que hago?. Tomo estos prismáticos y me pongo a ver desde la ventana, una por una, las cúpulas de las iglesias de Roma. Pienso que alrededor de cada iglesia hay gente que es feliz y otra que sufre, ancianos solos y parejas de jóvenes alegres. También gente amargada o pisoteada. Entonces me pongo a pensar en ellos y pido a Dios que bendiga su felicidad o consuele su dolor”. El pastor Walstall salió seguro de haber recibido la mejor lección ecuménica inimaginable, porque acababa de descubrir lo que es una vida dedicada al amor.
Porque amar a los conocidos es algo relativamente fácil. El verdadero amor, como la fe, es amar lo que no vemos, lo que no nos afecta directa y personalmente, con un amor de ida sin vuelta. Hace falta mucha generosidad y muy poco egoísmo para ello. Hace falta también un poquito de locura. Porque estamos demasiados acostumbrados a subordinar nuestro corazón a nuestra cabeza. Y es necesario ir descubriendo que el amor es muy superior a la inteligencia, aunque sólo sea por el hecho de que en la vida no logramos conocer a Dios, pero sí podemos amarle.


“Razones para vivir” (José Luis Martín Descalzo)

miércoles, 2 de noviembre de 2011

ESTE PENSAMIENTO TE CONSOLARÁ

En los momentos de mayor desamparo,
De mayor abandono aparente de lo invisible,
En esos momentos que hicieron gritar al propio Cristo,
Sí, gritar de dolor, diciendo:
“Deus meus, Deus meus, ut quid dereliquisti me?”
Cuando te parezca que estás solo en un infinito hostil
Y no tienes ni asidero ni refugio,
Piensa este pensamiento capital:
“Por mucho que yo me ame a mí mismo, Dios me ama infinitamente más.
Yo no me amo a mí mismo sino desde la edad de la razón;
Dios en cambio ya me amaba antes de nacer, desde toda la eternidad.
Él me ama infinitamente.
Lo que me acontezca, pues, por áspero e inexplicable que sea en apariencia,
Tiene por fuerza que acontecerme para bien…”
Este pensamiento te consolará.

(Amado Nervo)

BUSCAR EN LUGAR EQUIVOCADO

Un vecino encontró a Nasruddin cuando éste andaba buscando algo de rodillas. «¿Qué andas buscando, Mullab?».
«Mi llave. La he perdido».
Y arrodillados los dos, se pusieron a buscar la llave perdida. Al cabo de un rato dijo el vecino: «¿Dónde la perdiste?». «En casa».
«¡Santo Dios! Y entonces, ¿por qué la buscas aquí?».
«Porque aquí hay más luz».

¿De qué vale buscar a Dios en lugares santos si donde lo has perdido ha sido en tu corazón?

“El canto del pájaro”, A. de Mello