TEXTOS PARA MEDITAR

TEXTOS PARA MEDITAR
En esta sección irán apareciendo distintos textos, poesías, pensamientos de autores conocidos,... que nos pueden ayudar a reflexionar un poco y a meditar sobre nuestro comportamiento como cristianos.

jueves, 8 de marzo de 2012

GRACIAS, SEÑOR

Cierta vez, una persona perdió a un ser querido y se encerró en sí mismo y en su propia casa, refugiándose en el dolor. Un filósofo amigo suyo la invitó a dar un paseo, a lo cual aceptó con cierta reticencia. La llevó a lo alto de una torre. La ciudad allá abajo dormía...
-Cada uno de esos habitantes –dijo el filósofo- tiene su dolor, cada uno de ellos lleva consigo la herencia del sufrimiento. Deja tu dolor, olvida tu sufrimiento e intenta suavizar el dolor de los demás.
Valle de lágrimas es la definición que muchas veces damos al mundo, con bastante razón. En realidad, el dolor es nuestro compañero inseparable. Las personas sufren, aunque no todas sepan sufrir. La propia Biblia parece participar de cierto pesimismo al afirmar que la vida humana es breve y tejida sólo por sufrimientos y miserias. El dolor está presente en la vida de cada uno. Cada uno lleva la propia cruz, que puede ser física, moral o económica.
A veces la cruz nos vuelve amargados y egoístas. Es señal de que no sabemos sufrir. Además, con el sufrimiento aumentamos la inconformidad, haciendo así que nuestro dolor aumente.
Con sólo 21 años, un atleta norteamericano se quedó paralítico. En lugar de entregarse al pesimismo, intentó vivir de otra forma y dejó escrita esta oración:
“Pedí a Dios la fuerza y la salud para conseguir mis objetivos.
Él me volvió débil, para que yo aprendiese el valor de la humildad.
Pedí a Dios habilidad para hacer grandes cosas.
Él me dio la enfermedad, para que hiciese las cosas mejor.
Pedí a Dios riqueza, para ser feliz.
Él me mostró que en la pobreza podemos ser más prudentes y felices.
Pedí a Dios el poder para obtener la alabanza de los hombres.
Él me concedió la debilidad para sentir la necesidad de Él.
Pedí a Dios todo, para gozar la vida.
Él me concedió la vida para gozar de todas las cosas.
No recibí nada de lo que pedí.
A pesar de todo, le estoy muy agradecido,
porque millones de cosas hermosas que yo nunca pedí,
Él me las ha concedido.
Yo he sido maravillosamente complacido”

Abriendo caminos” (I.Vian y A.Colombo)

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