TEXTOS PARA MEDITAR

TEXTOS PARA MEDITAR
En esta sección irán apareciendo distintos textos, poesías, pensamientos de autores conocidos,... que nos pueden ayudar a reflexionar un poco y a meditar sobre nuestro comportamiento como cristianos.

miércoles, 31 de agosto de 2011

APENAS UN MINUTO

Ella creía que era una mujer feliz como pocas. Casada con un hombre por el cual se apasionó durante los años iniciales de su adolescencia, vivía como una mujer realizada. Y además tenía un hijo para completar su felicidad. ¿Qué más podía desear?
Al despertar todas las mañanas, se pasaba el día cantando. Realizaba con alegría todas las tareas del hogar, cuidaba de su hijo y esperaba al marido.
Todo iba muy bien, hasta el día en que descubrió la traición del hombre que tanto amaba. Y no era algo reciente. Ese problema ya existía desde hacía mucho tiempo.
Preocupada, se dirigió al marido y le exigió respeto. La respuesta que recibió fue brutal y violenta. El hombre encantador se transformó en una persona irracional y agresiva. Ese día se dio cuenta de que toda la seguridad de su matrimonio había terminado. Era lo máximo que podía soportar. No podría seguir conviviendo con alguien que había llegado a agredirla físicamente.
Con todo, una mañana de mucha tristeza, de gran angustia, tomó una decisión muy seria: matarse. Pondría fin a su propia vida. Pero deseaba venganza. Por eso tomó en sus manos al hijo de cuatro años y decidió matarlo también. Y que su marido sufriese de remordimientos. Su destino era el faro, cerca de su casa. Conocía aquel lugar donde el mar golpeaba con violencia el acantilado. Al atravesar las calles llenas de tráfico intenso, su hijo se le escapó de las manos y corrió entre los automóviles. Ella se desesperó. Era extraño, pues llevaba a su hijo de la mano para tirarlo por el precipicio para que muriese. Pero cuando lo vio en peligro, se olvidó de sí misma y corrió a su encuentro. En aquel momento, el niño se agachó y cogió un papel que el viento había dejado allí. Ella se lo quitó de las manos y un título en letras grandes le llamó la atención: “SÓLO UN MINUTO”, leyó. “En un sólo un minuto pasa la tormenta, el dolor pasa, el amigo ausente llega. El dinero llega, el amor sigue, la vida continúa.”
Ella siguió andando y leyendo la página. Era una página escrita por un sabio. Terminó de leer, y su impulso pasó, en apenas un minuto.
A veces, en momentos de rabia y dolor, tomamos decisiones tan precipitadas que no da tiempo para pensar en las consecuencias. Por eso, antes de intentar cualquier cosa negativa, piensa y valora que será más beneficioso actuar con calma y sabiduría.

“Abriendo caminos” (I.Vian y A.Colombo)

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