La profesora puso a sus alumnos un ejercicio en el que les pedía que explicaran qué animal o cosa les gustaría ser y por qué. Un chavalito de ocho años respondió que a él le gustaría ser una televisión. ¿Por qué?, preguntó la maestra. “Porque así mis padres me mirarían más, me cuidarían mejor, me escucharían con mayor atención, mandarían que los demás se callasen cuando yo estuviera hablando, y no me enviarían a la cama a medio juego, lo mismo que ellos nunca se acuestan a media película”.
“Razones para vivir” (José Luis Martín Descalzo)
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