TEXTOS PARA MEDITAR

TEXTOS PARA MEDITAR
En esta sección irán apareciendo distintos textos, poesías, pensamientos de autores conocidos,... que nos pueden ayudar a reflexionar un poco y a meditar sobre nuestro comportamiento como cristianos.

miércoles, 27 de octubre de 2010

EXAMEN DE LAS BIENAVENTURANZAS

BIENAVENTURADOS LOS POBRES
Perdón Señor porque no buscamos la pobreza.
Por nuestro apego a los bienes de este mundo.
Por el afán de posesión y falta de desprendimiento.
Porque no queremos carecer de nada.
Por no vaciarnos de nosotros mismos para que seas Tú solo nuestra roca.

BIENAVENTURADOS LOS MANSOS
Perdón Señor por nuestra falta de mansedumbre.
Por nuestra carencia de amabilidad, acogida y delicadeza.
Por nuestra dureza de juicio.
Porque vemos la paja en el ojo ajeno más que la viga en el propio.
Por exagerar los defectos de los hermanos.
Por la dificultad en perdonar y olvidar.
Por nuestra propensión a la venganza.

BIENAVENTURADOS LOS QUE LLORAN
Perdón Señor por nuestro sistemático empeño en evitar el dolor.
Por nuestro esmero en evitar las aristas de tu cruz.
Por la falta de visión de fe ante el dolor.
Por la rebeldía ante el sufrimiento que permites.
Por nuestras depresiones y abatimientos.

BIENAVENTURADOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA
Perdón Señor porque no te amamos con todo nuestro corazón, nuestra voluntad, nuestras fuerzas y nuestra mente.
Porque más que el Reino de Dios buscamos sus añadiduras.
Porque no deseamos ávidamente que se haga Tu voluntad.
Por nuestra falta de vida eucarística.
Por nuestro desamor a la Iglesia.
Por no valorar la dimensión de nuestro pecado en la comunidad.
Por nuestra pereza en todas sus manifestaciones.

BIENAVENTURADOS LOS MISERICORDIOSOS
Perdón Señor por nuestra dureza de corazón con los necesitados.
Porque no te descubrimos en el que sufre.
Por nuestra insensibilidad ante el dolor ajeno.
Por nuestra hipócrita resignación ante el mal del mundo.
Por nuestro egoísmo a la hora de ofrecer nuestro tiempo, interés y trabajo.
Por la falta de comprensión.
Por no sufrir con paciencia la falqueza del prójimo.

BIENAVENTURADOS LOS LIMPIOS DE CORAZÓN
Perdón Señor por nuestro apego al pecado.
Por nuestra falta de transparencia y sinceridad.
Por nuestra hipocresía y vida de apariencias.
Por nuestras ambiciones secretas.
Por nuestros afanes egoístas.
Por la falta de limpieza en los pensamientos, en los deseos, en las miradas.
Por nuestro mal ejemplo y el escándalo que causamos, que mancha el corazón de nuestros hermanos.

BIENAVENTURADOS LOS QUE TRABAJAN POR LA PAZ
Perdón Señor porque no trabajamos por tu paz.
Porque no somos fuente de unión y concordia entre los hermanos.
Por no comunicar serenidad de espíritu.
Por no contagiar optimismo cristiano.
Por ser causa de discordia y mal ambiente.
Por nuestras quejas y lamentos estériles.

BIENAVENTURADOS LOS QUE PADECEN PERSECUCIÓN POR CAUSA DE LA JUSTICIA
Perdón Señor por nuestra falta de compromiso con el Evangelio.
Porque queremos servir a dos señores.
Por escurrir el hombro ante el escándalo de la cruz.
Porque disimulamos por temor nuestras convicciones.
Por nuestras concesiones al que dirán.
Porque claudicamos para mantener nuestro prestigio.
Por nuestra vergüenza a hablar de Ti abiertamente.

viernes, 22 de octubre de 2010

EL PADRENUESTRO DE DIOS

Hijo mío que estás en la tierra,
preocupado, solitario, tentado,
yo conozco perfectamente tu nombre,
y lo pronuncio como santificándolo,
porque te amo.
No, no estás solo, sino habitado por Mí,
y juntos construimos este reino,
del que tú vas a ser el heredero.
Me gusta que hagas mi voluntad
porque mi voluntad es que tú seas feliz,
ya que la gloria de Dios es el hombre viviente.
Cuenta siempre conmigo
y tendrás el pan para hoy, no te preocupes,
sólo te pido que sepas compartirlo con tus hermanos.
Sabes que perdono toda tus ofensas,
antes incluso de que las cometas,
por eso te pido que hagas lo mismo
con los que a ti te ofenden.
Para que nunca caigas en la tentación
cógete fuerte de mi mano
y yo te libraré del mal,
pobre y querido hijo mío.

“Razones para vivir” (José Luis Martín Descalzo)

lunes, 18 de octubre de 2010

LAS MANOS

No tenemos en nuestras manos
las soluciones para los problemas del mundo,
pero, frente a los problemas del mundo,
tenemos nuestras manos.
Cuando el Dios de la historia venga,
nos mirará las manos.

“La sal de la tierra” (Mamerto Menapace)

EMPIEZA A CAMINAR

Un día cualquiera, que puede ser hoy, vamos a detener la carrera de nuestra vida. Vamos a entrar dentro de nosotros mismos y vamos a hablarnos con sinceridad. Porque estamos viviendo demasiado aprisa. Todo lo queremos conseguir de inmediato. Y sin darnos cuenta estamos envueltos en una realidad que es más fuerte y segura que nosotros mismos. Vayamos al encuentro de las personas, acerquémonos a ellas buscando su amistad, su comprensión y también su perdón. Llevemos hasta todas las personas lo bueno que vamos descubriendo dentro de nosotros. Y a partir de ese momento la alegría de vivir será la brújula de nuestra vida. Comprenderemos que merece la pena vivir, que la vida es bella, es continuidad, es canción, es bendición de Dios. Abramos la ventana de la vida a la alegría de vivir y veremos que la casa de nuestra vida se ilumina con un nuevo sol.
Reglas para ser feliz (E. Gil)

miércoles, 13 de octubre de 2010

LO QUE VIENE DE DIOS NO TURBA

Andaba Santa Teresa en una de sus fundaciones. Una noche, estando acostada en una hospedería, le dice de repente su compañera de viaje: "Estoy pensando qué pena sería para su merced, si yo me muriera ahora. ¿Qué haría entonces mi buena Madre, viéndose tan sola?" Y la santa respondió: "Cuando eso ocurra, ya lo pensaré. Ahora déjeme dormir".
Haz de tus pensamientos un refugio de paz y no un avispero de inquietudes. Lo que viene de Dios no turba. Lo que viene de tu egoísmo siempre turba. Hay personas que son desgraciadas porque creen que son desgraciadas.

Extraído de "La quiniela de tu vida. Sugerencias para meditar",
de Ángel de Novelé (capuchino)

lunes, 11 de octubre de 2010

VIVO SIN VIVIR EN MÍ

Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero,
Aquesta divina unión
del amor con que yo vivo,
hace a Dios ser mi cautivo
y libre mi corazón:
mas causa en mí tal pasión
ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero.
¡Ay! ¡Qué larga es esta vida,
qué duros estos destierros,
esta cárcel y estos hierros,
en que el alma está metida!
Sólo esperar la salida
me causa un dolor tan fiero,
que muero porque no muero.
¡Ay! ¡Qué vida tan amargado
no se goza al Señor!
Y si es dulce el amor,
no lo es la esperanza larga:
quíteme Dios esta carga,
más pesada que el acero,
que muero porque no muero.
Sólo con la confianza
vivo de que he de morir;
porque muriendo,
el vivirme asegura mi esperanza:
muerte do el vivir se alcanza,
no te tardes, que te espero,
que muero porque no muero.
Mira que el amor es fuerte:
vida, no me seas molesta;
mira que sólo te resta,
para ganarte, perderte;
venga ya la dulce muerte,
venga el morir muy ligero,
que muero porque no muero.
Aquella vida de arriba
es la vida verdadera:
hasta que esta vida muera,
no se goza estando viva:
muerte, no seas esquiva;
vivo muriendo primero,
que muero porque no muero.
Vida, ¿qué puedo yo darle
a mi Dios, que vive en mí,
si no es perderte a ti,
por mejor a El gozarle?
Quiero, muriendo, alcanzarle,
pues a El solo es al que quiero,
que muero porque no muero.
Estando ausente de ti,
¿qué vida puedo tener,
si no muerte padecer,
la mayor que nunca vi?
Lástima tengo de mí,
por ser mi mal tan entero,
que muero porque no muero.
El pez que del agua sale
A un de alivio no carece;
a quien la muerte padece,
al fin la muerte le vale:
¿qué muerte habrá que se iguale
a mi vivir lastimero,
que muero porque no muero?
Cuando me empiezo a aliviar
viéndote en el Sacramento,
me hace más sentimiento
el no poderte gozar:
todo es para más penar,
por no verte como quiero,
que muero porque no muero.
Cuando me gozo, Señor,
con esperanza de verte,
viendo que puedo perderte
se me dobla mi dolor:
viviendo en tanto pavor,
y esperando como espero,
que muero porque no muero.
Sácame de aquesta muerte,
mi Dios, y dame la vida,
no me tengas impedida
en este lazo tan fuerte;
mira que muero por verte,
y vivir sin ti no puedo,
que muero porque no muero.
Lloraré mi muerte y
ay lamentaré mi vida,
en tanto que detenida
por mis pecados está.
¡Oh mi Dios, cuándo será
cuando yo diga de vero
que muero porque- no muero!
Vivo ya fuera de mí
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor
que me quiso para sí:
cuando el corazón le di,
puso en mí este letrero:
que muero porque no muero.
Acaba ya de dejarme, vida:
no me seas molesta;
porque muriendo ¿qué resta,
sino vivir y gozarme?
No dejes de consolarme,
muerte, que así te requiero,
que muero porque no muero.

Sta. Teresa de Jesús

lunes, 4 de octubre de 2010

UNOS PADRES ESPECIALES

Reina de todos nosotros,
Nuestra Madre celestial,
Que a todos nos cuidas, y nos quieres por igual.

Tú como Madre nos distes, lo mejor que se puede dar,
Un Padre universal, al que todos podemos amar,
con Vosotros estamos siempre,
llenos de gozo y amor.

Os sentimos con nosotros, estáis en nuestro corazón,
Por eso siempre contentos,
Llenos de amor y de paz Os queremos sin cesar.

CH.

EL CAMINO

A ti virgencita te digo que me ayudes en el camino,
Habla con tu hijo y dile que también este conmigo,
Necesito vuestra ayuda para seguir caminando.

Mis zapatos están rotos y yo quisiera arreglarlos,
para seguir caminando.

Me falta mucho que andar, por eso OS quiero a mi lado,
y me ayudéis a llevar la cruz que me ha tocado,
y a su vez también quiero poder seguir caminando,
para poder estar, siempre a vuestro lado.

CH.